jueves, 22 de noviembre de 2012

Recordando a Jorge Fernández Tappan


Jorge Ignacio Fernández Tappan (nacido el 30 de agosto de 1934 en la ciudad de Mérida) se casó con Rosa Elena Repetto Tappan* el 24 de enero de 1956 en la iglesia Nuestra Señora de Fátima. Juntos tuvieron tres hijos: Francisco Javier (quien llegó a ser director de la Facultad de Antropología de la UADY), Jorge Carlos y María Gabriela Fernández Repetto.

Vida y obra

Jorge Fernández durante la
presentación de Tiempo de Mambo
(foto: UADY)
Jorge Fernández Tappan escribió y publicó los libros Relatos de un Viajero (2005), colección de anécdotas de sus tiempos como agente de medicinas, y Tiempo de Mambo (2009), acerca del despertar a la sexualidad de los adolescentes en los años 50's.

El prólogo del primero, una semblanza del autor como persona, fue redactado por el periodista Cintarazo (José Rafael Menéndez Navarrete), y se reproduce a continuación:

LIMINAR

El anecdotario de viajeros yucatecos se enriquece con esta colección de relatos que el lector tiene en sus manos, ópera prima de Jorge Fernández Tappan, reconocida pluma familiar para el público de la Península (Diario de Yucatán cobijó por muchos años sus comentarios cinematográficos y tópicos editoriales diversos).

Autodidacta de permanente inquietud cultural y deportiva, aún se le recuerda por su participación destacada en equipos amateurs de sóftbol y de fútbol. Por calles de la colonia Pensiones, casi siempre en compañía de Cofee, su perra Rotweiler, el Charro es una matutina figura trotadora cabalgando airoso la séptima década de su existencia, vera estampa incorporada al paisaje urbano de ese populoso vecindario.

Jorge pertenece a la primera generación de yucatecos que probó fortuna allende el Bravo. No fue lo suyo perseverar en el sufrido escenario laboral de los primos. Regresó a ganarse el sustento familiar sudando el calcetín como agente viajero, representante de laboratorios farmacéuticos.

Viajó mucho por el sureste de México. Con mayor frecuencia recorriendo poblaciones de Veracruz, Tabasco, Campeche, Q. Roo y Yucatán, sin desvincularse de su deporte favorito, el fútbol: portero de voluntad aduanera en los equipos cuyos colores defendió, como el club Merengues, torneo de veteranos de la Escuela Modelo, con el que fue campeón.

Cumplidor disciplinado en el trabajo como en el deporte, era tal su pundonor que una noche, al regresar de Chetumal, volcó su automóvil casi llegando a Mérida. Pasó por su casa, se puso el uniforme y sin decir nada defendió la portería de su equipo apenas unas horas después del accidente.

También se da tiempo para compartir, lo mismo en auditorios que en el domicilio de amigos, sus conocimientos musicales: charlas amenas e instructivas salpicadas del buen humor que lo caracteriza. De sensibilidad a flor de piel, muchos de sus escuchas recuerdan aún emocionados su versión del More los de Nervo.

Fernández Tappan dispone de más tiempo ahora, aunque sigue viajando aún. Con entusiasmo que otros jóvenes le envidiarían, de la rica veta de sus experiencias fue desgranando circunstancias viajeras y anécdotas ilustrativas y simpáticas. Pintoresco y paisajista, gracias a ese esfuerzo urdidor saben ahora familiares y amigos, con mayores relieves, cómo discurría la vida a mediados del siglo XX por los sitios que visitó: el estado de las comunicaciones, las facilidades de alojamiento en poblaciones pequeñas y detalles varios que para sus lectores recrearán los recorridos de su laboriosa juventud.

No pocos médicos y agentes de medicina de la antigua guardia verán retroceder las páginas del calendario en estas narraciones, circunstancias comunes en la esfera compartida, retratos similares a esos que la vida les imprimió con sus experiencias profesionales. El hombre y su entorno cambian, pero el proceso deja en cada quien residuos de identidad y ecos de pertenencia. Leer a Jorge será un poco salir al reencuentro de ellos mismos.

Tal vez el mérito mayor de este trabajo sea ese poder evocador que su lectura suscita con las descripciones físicas y anímicas de los personajes vivos en sus relatos, y el humor que alegra el canto de la memoria recobrada en ellos.

Sin más demoras, lector, vuelve la página. También tú te recrearás el espíritu con este viaje circular en el tiempo que nos hace presente el ayer en las evocaciones del autor.

Cintarazo

La solapa de Tiempo de Mambo contiene los siguientes datos de su trayectoria profesional:

Jorge Fernández Tappan nació en la ciudad de Mérida, Yucatán, en el año de 1934. Ejerció la crítica cinematográfica y musical en el suplemento cultural El Búho del extinto Diario del Sureste por cerca de 5 años.

Durante 14 años fue el responsable de la columna Cinecomentarios del Diario de Yucatán. 

Asimismo, en la desaparecida publicación cultural dominical de dicho rotativo, fue signatario de la sección Historia de la Música.

Por un breve período en el programa del noticiero televisivo “Entre Nosotros" del Canal 13 local, tuvo bajo su responsabilidad los comentarios cinematográficos.

Ha dado charlas sobre crítica cinematográfica e historia de la música a estudiantes avanzados de los siguientes planteles educativos: Colegio Peninsular, Escuela Modelo, CUM, facultades de la Universidad de Yucatán y otros auditorios. También ha hablado de los temas de su preferencia a miembros de sociedades de profesionales y de clubes de servicio y ha participado como jurado e integrante de mesas redondas sobre cine y música en repetidas ocasiones.

Fallecimiento

Jorge Fernández Tappan falleció el 15 de abril de 2010. No se publicó obituario en el Diario de Yucatán, pero sí las siguientes esquelas:






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